Siempre soñé con pasar el invierno en una autocaravana, siguiendo las previsiones y viajando de una competición a otra, y poder subirme a los esquís directamente desde la cama. Así que este año empecé a colaborar con Sun Living, donde entendieron mis necesidades, y así conseguí una autocaravana Sun Living A 70DK para un viaje a mediados de enero. Antes de salir, consulté la previsión meteorológica y esa misma tarde Masa y yo estábamos de camino a Austria, donde estuvo nevando durante los dos últimos días.
Me impresionó al instante la transmisión automática combinada con el control de crucero, lo que la hacía realmente cómoda. Llegamos a Saalbach (donde se esperaba la mayor cantidad de nieve fresca) en un abrir y cerrar de ojos, y al día siguiente el mal tiempo nos dio tiempo para descansar y ser productivos, léase: escribir correos electrónicos, tesis, edición de fotos/vídeos, etc. Por la noche se nos unieron Mark y Lovro, que venían de camino desde Suiza, pero les sedujo la idea de nieve fresca y esponjosa y el cálido cobijo de una autocaravana.
Normalmente, cuatro esquiadores en una autocaravana están bastante apretados en invierno, pero colocamos fácilmente todo el equipo, cocinamos la cena sin problemas y comimos muy cómodamente, gracias a la magnífica distribución de la A 70DK.
Masa: "Nuestro plan original era esquiar en Saalbach durante dos días y luego dirigirnos a Francia, a la estación de esquí de Les Arcs, donde estaba programada la segunda carrera de freeride de la temporada, y después regresar a Eslovenia, donde Maj embarcaría en un avión con destino a Georgia, donde tendrán lugar las próximas competiciones".
Por supuesto, la vida sería demasiado sencilla si todo saliera según lo previsto. Debido a las malas condiciones de la nieve en Francia, la competición se aplazó unos días, lo que arruinó todo nuestro plan y canceló el vuelo a Georgia. Por suerte, estábamos de camino con la autocaravana, así que no dependíamos de ningún alojamiento reservado y, por lo tanto, el cambio de última hora no nos molestó demasiado. Después de todo, pudimos quedarnos aún más tiempo en la nevada Austria.
Tras unos días en Saalbach, el depósito de agua se vació y el voltaje de la batería bajó, así que pasamos una noche en un campamento de invierno para estar listos y libres de nuevo para los días siguientes. Continuamos hacia la zona de esquí de Weißsee y más tarde hacia el puerto de Gerlos, donde aprovechamos las excelentes condiciones antes de seguir nuestro camino hacia Innsbruck. Allí cambiamos las botas de esquí por los zapatos de escalada y visitamos uno de los mayores y más nuevos gimnasios de escalada del mundo. Sí, teniendo en cuenta que durante la mayor parte del tiempo viajamos los dos solos (en una autocaravana que ofrece hasta siete camas), disponíamos de un espacio realmente ilimitado, por lo que pudimos llevar fácilmente el equipo de escalada, además de ocho pares de esquís y trastos para esquiar, lo que nos permitió aprovechar al máximo los días de mal tiempo o esos días en los que los pies quieren un día sin botas de esquí.
La ruta nos llevó a más nieve fresca y así aterrizamos en nuestro St. Moritz natal, donde nos esperaba nieve fresca. Otros dos días de nieve polvo terminaron demasiado pronto y se nos unió de nuevo Mark, que nos acompañó de camino a Francia.
Y aquí estamos de nuevo con las competiciones y las sorpresas... justo cuando cruzamos la frontera francesa, recibí un correo electrónico que decía que la carrera en Les Arcs se cancelaba porque el último frente no traía suficiente nieve nueva para permitir unas condiciones seguras para la competición. No tuvimos más remedio que hacer un alto en el camino, preparar el desayuno tranquilamente y estudiar la situación. "Por suerte estamos de camino con una autocaravana y no teníamos reservado un hotel caro en Francia" pensamos juntos e intentamos encontrar algunas cosas positivas en la situación. Aprovechamos los agradables 20 grados cerca de Turín y por primera vez este año escalamos algunas rutas en la roca.
1000 kilómetros y 24 horas después estábamos de vuelta bajo el puerto de Maloja, donde nevaba copiosamente. La autocaravana resultó estupenda y conseguimos cruzar el paso sin usar cadenas, y al día siguiente nos vimos recompensados con mucha nieve fresca en St. Moritz. Moritz. ¡Mereció la pena el largo viaje del día anterior! Se reservó un nuevo vuelo para Georgia, así que nos despedimos de Mark esa misma noche y emprendimos un viaje nocturno a Eslovenia, que pasamos reviviendo los acontecimientos de las dos últimas semanas.
Uno se acostumbra muy rápidamente a todas las ventajas de una autocaravana, sobre todo si está acostumbrado a acampar en invierno de forma ascética en un coche o furgoneta que no está especialmente adaptada para el invierno. Una ducha caliente después de esquiar, una cocina totalmente equipada, nevera, cama grande, altura para estar de pie, calefacción, botas y guantes de esquí secos, mesa grande, electricidad y mucho espacio no eran precisamente cosas evidentes en la mayoría de mis viajes en coche o furgoneta en los últimos años. Por eso, esta vez aprecié profundamente la comodidad que ofrecía la autocaravana y espero emprender pronto una nueva aventura con una de las autocaravanas de Sun Living.
Maj es un esquiador de freeride, es decir, un esquiador que pasa la mayor parte del tiempo buscando nieve virgen. Desde hace cuatro años también participa en competiciones de freeride con el objetivo de clasificarse para el Freeride World Tour.
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