A continuación, nos dirigimos a Kelheim. La ciudad cuenta con un gran camping central para autocaravanas. Desde aquí partimos a pie a la mañana siguiente para visitar la imponente Sala de la Liberación. Éramos los únicos visitantes nada más abrir el edificio. Al principio, nos impresionó el aspecto y la acústica de la sala. Cuando descubrimos que podíamos subir por una aventurera escalera de caracol hasta la airosa balaustrada del edificio, nos quedamos completamente embelesados y pudimos hacer muchas fotos insólitas. De regreso, paseamos por Kelheim y volvimos a calentarnos en la cafetería infantil del Donautor.

A la hora de comer, conseguimos una de las últimas plazas de aparcamiento en el Walhalla. Tuvimos suerte de que nuestro compacto Sun Living A 60 SP pudiera aparcarse en cualquier sitio. Esta vez nos vimos rodeados de multitudes alrededor del imponente edificio histórico y en el gran vestíbulo de mármol, lo que disminuyó un poco la magia del monumento. Después, nuestro hijo por fin quiso ir a un destino típico para niños, así que le llevé al parque infantil cubierto Tobiwelt, en Cham, mientras Fabian podía quedarse cómodamente en la autocaravana.

Tras este intenso día de vacaciones, pasamos la noche en St. Englmar. Más concretamente, justo enfrente de nuestro próximo destino de excursión: el paseo por las copas de los árboles del parque forestal, con una casa en la cabeza, 24 insólitas pistas de bolas y montones de sorprendentes ilusiones ópticas. Fuimos los primeros visitantes nada más abrir el parque y no pudimos dejar de asombrarnos. ¡Qué destino de excursión tan variado para toda la familia! Con un servicio de restauración de gran calidad.

Habíamos quedado con unos amigos en el parque ese día y adaptamos nuestra excursión en autocaravana en consecuencia. Desgraciadamente, el sábado por la tarde se llenó muchísimo y decidimos terminar nuestra visita al parque antes de lo previsto. Al menos pudimos aprovechar el tiempo para conducir hasta Furth y hacer algunas compras. Pasamos la noche en un tranquilo aparcamiento en el bosque.

A la mañana siguiente, Furth im Wald estaba en el programa. Nuestro primer destino fue el curioso mundo de aventuras Flederwisch. Los huéspedes más pequeños se quedan boquiabiertos en la tienda, en la búsqueda de piedras preciosas y en el lavado de oro, mientras que los mayores tienen tiempo de frenar aquí. Aparcamos justo delante del mundo de aventuras. Desde aquí, dimos un paseo hasta el centro de la ciudad a la hora de comer. Con una breve parada en una de las heladerías, caminamos hasta el Felsengänge Further. La visita guiada comenzó a las 14.00 horas.

Una gran experiencia para adultos, pero no para niños pequeños con fobia a las arañas. Por desgracia, el guía no nos avisó con suficiente antelación. Una visita a la cueva del dragón, a pocos minutos a pie, fue una distracción rápida. Ese día no había demostración en directo del Further Dragon, el robot andante más grande del mundo. Permanecía en silencio en su sala y, sin embargo, tenía un carisma extraordinario. Me gustaría verlo en acción en unas futuras vacaciones en el bosque de Baviera.

Tras otros 20 minutos en coche, llegamos a Bad Kötzting. Más concretamente, al aparcamiento de los jardines del balneario, donde pasamos una noche paradisíaca y de descanso. Los jardines del balneario eran perfectos para buscar nidos de Pascua, hacer footing y jugar. La nevera estaba bien surtida y probé una nueva receta de autocaravana: brócoli bimi escaldado con huevos revueltos. Una comida sabrosa y sana que se podía preparar en un santiamén en nuestra práctica cocina para autocaravanas. Gracias a las zonas de trabajo y almacenamiento comparativamente amplias del Sun Living, nos gusta cocinar en nuestra autocaravana con frecuencia.

A la mañana siguiente viajamos a Bodenmais, a la Joska Glasparadies, donde los niños pueden participar en una gran búsqueda de piedras preciosas todos los años el domingo y el lunes de Pascua. Desgraciadamente, el lugar no me convenció: demasiada gente, demasiadas cosas azucaradas y un Steckerlfisch seco. Pero, como todos sabemos, los gustos difieren...

El tiempo se volvió enseguida fresco y lluvioso y mi marido tuvo que ocuparse de unos cuantos correos electrónicos y videollamadas. Después de tantas experiencias maravillosas, también nos apetecía bajar el ritmo. Por eso nos alojamos tres noches en el camping resort Bodenmais. Nada más empezar, el moderno camping nos sorprendió con una gran sala donde pudimos inspeccionar y lavar el techo de nuestra autocaravana utilizando una torre de escalera. Dos estaciones de limpieza totalmente automáticas vacían el casete del inodoro en el vestíbulo por 2 euros. Al mismo tiempo, pudimos vaciar nuestras aguas residuales en una abertura en el suelo y rellenar con agua dulce. Encontramos los contenedores de basura fuera del vestíbulo, a la vuelta de la esquina. Una vez que la autocaravana estuvo reluciente por dentro y por fuera, rodamos hasta nuestra parcela y me tomé un descanso en la zona de sauna.

La mañana siguiente empezó de lujo con un copioso desayuno en el bufé del hotel del camping. Mientras Fabian abría su portátil en la autocaravana, mi hijo y yo pasamos la mañana en la acogedora sala de desayunos. Leímos, pensamos, jugueteamos y merendamos hasta que un niño brillante se acercó a nuestra mesa. Este fue el comienzo de una gran amistad de camping durante toda la estancia. Los dos pasaron la tarde en el granero de juegos, mientras los padres charlábamos animadamente en la zona del bar del hotel. Terminamos la velada de vuelta en la autocaravana.

A la mañana siguiente, mi marido convirtió Sun Living en una productiva oficina en casa mientras nosotros pasábamos un buen rato en la sala de desayunos. A primera hora de la tarde, conseguimos convencer a los niños para que chapotearan con nosotros en la cálida piscina Skypool. Para ver un poco más de Bodenmais, esa noche fuimos andando al balneario climático y comimos una deliciosa pizza.

La última mañana del viaje desayunamos en la autocaravana. Después de dejar la autocaravana, condujimos las dos horas que nos separaban de casa pasando por Deggendorf y Landshut. Aquí también habría habido una o dos visitas turísticas en el viaje de vuelta, que esta vez omitimos debido al tiempo. Pero la anticipación es la mayor de las alegrías y podemos imaginarnos muy bien viajando pronto de nuevo al Bosque Bávaro con nuestra querida Tiny Home.

En mi blog de viajes travelshortcut.de encontrarás más informes de viaje y datos interesantes sobre las vacaciones en autocaravana con la versátil Sun Living A 60 SP.

Mis mejores deseos y que tengas un viaje seguro en todo momento,

tu Carolin